Cómo todos los días, Rocenda, limpiaba su pequeña casa.
Rocenda era una ratona hermosa, tenía el pelaje plomo muy brillante y la
sonrisa perfecta para alegrar a todos sus amigos. Le encantaban sonreír y
limpiar el cuarto que tenía en la cocina de una gigantesca casa que le
pertenecía a una familia en el campo. Rocenda siempre llevaba puesto un vestido
y un lazo rojo. Por lo general empezaba sus labores por la noche, cuando todos
dormían, así ella podría limpiar tranquila su cuarto, ir a la cocina a tomar
algo para comer, y sacar su mayor secreto: El queso mágico que heredó de su
familia.
El queso mágico había ayudado mucho a la familia donde vivía
Rocenda pero ellos no lo sabían. Tenía poderes para ayudar en los quehaceres de
la casa, por la noche cuando Junior, el niño de la casa no lavaba los platos
Rocenda salía rápido a recoger las sobras de comida, guardarlas en una
canastita y con el queso mágico en agradecimiento lo frotaba y todo en unos
minutos quedaba impecable. La familia a la mañana siguiente se levantaba
sorprendida de lo bien que habían limpiado. Junior el niño decía: “mamá, yo no
lo hice, seguro fue un fantasma”, pero la mamá no le creía y solo le respondía:
“Eres un gran hijo, haces muy bien los quehaceres.
Una noche, cuando Rocenda salió a recoger los restos de
comida y limpiar todo con el queso mágico, la hacendosa ratona se vio
sorprendida con la presencia de Junior, quien en ese momento se encontraba con
la intriga de saber porqué los platos se lavaban mágicamente, entonces bajó a
escondidas, asomo la cabeza por la puerta de la cocina y vio a Rocenda frotando
el queso mágico y las cosas lavándose solas. En un principio se molestó, se
asustó, pero se acercó a ella. Rocenda asustada no pudo esconderse y lo quedó
mirando.
-
Así que tú eres quien acomoda todo?-, dijo junior.
-
Sí pero no me hagas daño, yo solo quiero ayudar,
ustedes dejan comida y yo en agradecimiento quiero ayudarlos con este queso
mágico- dijo Rocenda, y comenzó a frotarlo, en eso la escoba comenzó a bailar y
limpiar toda la cocina, el grifo del agua empezó a lavar los platos, y junior
sorprendido ayudó a limpiar lo demás.
Junior agradeció a la ratona pero quería saber si podía
seguir ayudando siempre. “si me dejas comida todas las noches, yo te ayudare a
lavar los platos”, dijo Rocenda, pero Junior no solo quería una ayuda lavando
platos, había visto que otras personas tenían dificultades y merec+ian un
apoyo, algunos eran sus amigos, y
también un anciano que nunca podía trabajar bien en el campo. Algunos
animalitos abandonados que durante la lluvia no tenían un refugio.
-
Rocenda, ¿qué te parece si ayudamos a esas
personas que tanto necesitan?
-
Me parece una buena idea, les daremos una ayuda
para que ellos luego ya puedan tener la respuesta y no padecer luego.
Entonces los dos amigos, al día siguiente vieron como
nuevamente la mamá de Junior sorprendida admiraba la limpieza de la cocina. Y
por la tarde, Junior y Rocenda salieron a darle ayuda a estas personas. Amigos
del niño estuvieron felices pues ya cuando ellos ayudaban en las tierras de sus
padres, hubo alguien quien los apoyó, ya sea para cargar agua, trabajar con la
palana, o cargar algunas cosas, la ratona Rocenda con el queso mágico, les dio
una pequeña ayuda y un gran consejo. “La ayuda debe ser buena siempre, pero no
olvidemos que el trabajo constante, nos hara personas fuertes y maduras,
sobretodo luchen siempre por sus sueños”.
Así la ayuda fue para personas, animalitos que la despedían
sonriente. Junior, comprendió que la misión de la ratona era noble y decidió
ayudarla.
-Rocenda tienes un gran corazón.
-Tú también, y eres un gran amigo.
Desde entonces, la ratona Rocenda y su amigo junior salen
cada cierto tiempo a ayudar a quienes lo necesiten.
Autora: Claudia Incháustegui
Mi sueño en este año fue conocer niños geniales. Ahora que tengo casi un año de tratarlos me doy cuenta que no son geniales, son maravillos, con habilidades increíble y que día a día se han ganado mi cariño. Han mejorado mucho y el producto de este blog, me enorgullece de decir que soy su maestra, pero ellos, lo han hecho todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario